En la madrugada del día 1 de Agosto, Sábado, un grupo de amigos e integrantes del Club Triatlón La Muela, nos dirigimos hasta Teruel para intentar hacer la Via Verde Ojos Negros en MTB. Los atrevidos fuimos (Leo, Cristian, Pedro Gimeno, Tranque, Manolo Fuentes, Javier, Santi Prieto y yo, Pascual) También nos acompañaría desde los cielos el pequeño Pedro Julve, que con su paramotor intentaría unir la capital turolense con la costa levantina, del mismo modo, y como parte fundamental de este proyecto fueron nuestros conductores (Jose Antoni Gil y Rubén), quienes se encargaron de conducir los dos vehículos que durante toda la marcha nos sirvió de apoyo logístico así como de recogernos en nuestro destino. La madrugada fue importante, ya que nuestra intención era estar rodando con la bici sobre las 07 de la mañana, al final comenzaríamos a las 07:30, perdimos ese tiempo buscando un buen sitio para que Pedro pudiera despegar sin problemas. Después de desistir en el intento de buscar una pista de despegue y viendo que se nos echaba el tiempo encima, decidimos parar los coches y bajar todas las bicis para que los ciclistas pudiéramos iniciar nuestra ruta. Comenzamos en la estación de Los Baños Teruel y a los 50m nos encontramos con la rampa mas dura de todo el recorrido, una rampa del 15% de unos 100m que nos daría acceso a la propia Vía Verde. Allí nos percatamos que el firme era medio asfáltico con algo de gravilla, que en mitad del carril de vez en cuando había un rail o un poste (que posteriormente llamaríamos pincho), para evitar que se colaran los vehículos a motor como bien dice Cristian. Los primeros 20km hasta la estación de Escandon era en una suave pendiente que nos sirvió para ir calentando. Ese tramo lo hicimos particularmente muy despacio, pero alguno necesita calentar mas que otros. Yo pensaba “madre mía, como toda la ruta sea así, no llegamos nunca”, pero una vez coronado el puerto todo cambio y nos pusimos en pelotón marcando los mas fuertes un ritmo constante que nos permitiera recuperar el tiempo perdido durante la primera parte, parecíamos un tren como los que antes habían pasado por esos mismos lugares, una alineación de dos en dos perfecta, siendo los maquinistas los mas fuertes y los del vagón de cola los mas flojos. Los de cabeza íbamos mirando de reojillo para exigir a los de cola pero sin llegar a perderlos.
El piloto (Pedro) nos alcanzo durante el primer tramo, su vuelo era a unos 35Km/h y tras hacernos unas cuantas pasadas a ras de suelo (en las que pensábamos que lo tendríamos que recoger escoñao), prosiguió su vuelo con destino las playas de Sagunto.
A los 70km teníamos prevista nuestra parada técnica para almorzar y recuperar fuerzas, concretamente en la localidad castellonense de Barracas. Durante esos primeros 70km pasamos por lugares de una belleza inmensa, solo apreciable desde la vía verde. A falta de unos 8km avisamos a nuestro conductor Rubén para que se encargara de reservarnos el almuerzo que previamente habíamos acordado (Huevos fritos con jamón serrano vuelta y vuelta, acompañado de vino, cerveza y también agua, café y helado) y así no perder tanto tiempo en la parada. Con todo lo que nos metimos y tras analizar los kilómetros recorridos hasta entonces con nuestros 8 puntos de vista distintos emprendimos camino nuevamente. Alguno decía que esos 70km era lo máx. Que había hecho en su vida “Pues no te queda na”, pensábamos algunos. Todos pensábamos que desde barracas era todo cuesta abajo, pero había que superar el puerto del Ragudo y entonces si que comienza la bajada. Justo antes de llegar a Barracas adelantamos a un grupo de cicloturistas que eran de nuestra localidad vecina de Epila. Tras hablar en marcha un poco con ellos y decirnos que conocían a nuestro compañero Toño, les dejamos atrás. Durante esa segunda parte del recorrido cruzamos varios túneles de distintas longitudes, la mayoría iluminados pero otros no y en uno de estos los de Epila que nos habían adelantado en una de nuestras múltiples paradas de no se para que? Entran primeros en el túnel sin iluminar y se escucha una montonera de bicis, los de Epila que se la habían metido, gracias que a nosotros nos dio tiempo a frenar. Posteriormente revisando los videos que grabamos escuchamos “¡y yo sin casco, pa habernos mataoooo!. A lo largo de la vía verde se atraviesan distintos pueblos y en uno de ellos, mas concretamente el mas concurrido de gente, JERICA, en unos momentos de duda sobre que dirección seguir, nuestro gran amigo Cristian se cayo de la bici, dando con su espalda en el asfalto y todo ello sin soltar los pies de los pedales automáticos, fue el hazmerreír de toda la plaza y de todos nosotros, hasta los niños que por allí pasaban. Creemos que a partir de ese día han hecho un monumento al “ciclista caído” en la plaza del pueblo. En Geldo y tras abandonar la vía verde sin saber recuperarla, coincidimos con un paisano se Sagunto que también marchaba en bici de MTB y accedió a marcarnos la ruta, ya que el también iba para Sagunto. Al rato de esto recibo una llamada de nuestro piloto, el cual ya había llegado a nuestro destino, diciéndome que sino llegamos antes de las 16:00 no podremos comer en ningún lado, ya que todos los chiringuitos cierran. Tras pensar un poco y con mas de 120km en nuestras piernas decidimos parar en Torres-Torres a comer y así se lo hacemos saber al resto de la expedición. Decisión acertadísima, ya que fuimos a parar en un restaurante donde hacían paellas a la leña y donde fuimos atendidos de forma inmejorable, hasta nos guardaron las bicis y eso que el camarero aun no conocía a Cristian, al que hacia ojitos y siempre le ponía lo mejor. Tras estar cerca de una hora y media comiendo una esplendida paella con su ensalada, su vino, su café, su helado y su chupito, decidimos emprender nuestra ruta y es ahí donde dos de los nuestros deciden bajarse de la bici, hacia tiempo que estos dos compañeros iban haciendo cuentas con la calculadora para llegar sin problemas, y después de semejante comilona, las piernas y la cabeza les dijo basta! El resto (6 valientes) decidimos llegar hasta la misma playa y tras pedalear de forma tranquila y transcurrida una hora llegamos a nuestro destino, la PLAYA DE CANET SAGUNTO. En total 155km y mas de 6H45´de Vía Verde. Después de llegar nos dimos el obligado chapuzón en el Mediterráneo y una buena ducha en las duchas de la playa con jabón y todo (éramos como guiris)
Fue una experiencia maravillosa y desde aquí felicitar a todos y cada uno por compartir un día que nunca se nos olvidara, bien por unas cosas o por otras.
Pedro Julve: El piloto, que gracias a un mojón encontró su cámara de fotos.
Jose Antonio Gil: Conductor y apoyo del Piloto, fiel escudero del piloto en todo momento, hasta para comer.
Rubén: Conductor y apoyo de los ciclistas, fiel a las instrucciones marcadas de antemano, un crack para todo y siempre con una sonrisa en la cara.
Tranque: Especialista en descensos, fue menos bromista que de costumbre, tal vez por el cansancio.
Santi Prieto: 120kg en canal, sube bien y baja mejor, como una bola de cañón y 155km a sus espaldas.
Javi: El cuñao del Lider, muy constante durante todo el recorrido, se nota que hace rutas de varios días, un buen amigo para compartir ruta.
Manolo Fuentes: Contador, el Lider y jersey amarillo, salía a todos los ataques desde el principio y perdió fuelle con el paso de los kilómetros, un portento de la genética.
Pedro Gimeno: El Biker, fue todo el camino con una sola pierna, no le hicimos trabajar la otra, sobrao y conocedor de la ruta, gracias por aguantar casi todo el tiempo a Cristian.
Leo Navarro: El cámara, grabo desde todas las posiciones, mas que en una peli porno, hizo mas series para gravar que en un entreno.
Cristian: El hablador y amenizador de la ruta, creemos que no se mantuvo en silencio ni cuando se cayo el la plaza del pueblo, un fenómeno, como dice el.
Pascual: El organizador de todo este jaleo, el mas criticado de todos, pero se que es desde el cariño y que me quereis igual.
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