Durante el fin de semana del 24,25 y 26 de Abril, un grupo formado por cuatro componentes del Club, con sus respectivos acompañantes, se marcharon hasta tierras alicantinas para la disputa del Triatlón de larga Distancia de Elche (1.9k-95k-21k).
Los cuatro componentes eran: Javi Silos, Leo Navarro, Toño San Gil y yo “Pascual”).
Emprendimos viaje el viernes 24 a las 15:30 Horas y tras una parada rápida en el camino llegamos a nuestro destino a las 20:00 Horas. Después de alojarnos en la casa de campo que muy gentilmente nos cedió mi familia, marchamos a cenar para llenar las reservas. Durante toda la cena los chicos no parábamos de hablar de la competición, mientras las mujeres hablaban de zapatos. Tanto en la cena, como durante todo el fin de semana, fuimos acompañados por mi cuñada Almudena y su marido Gustavo (triatleta del Club Bilaire). Cuando ya estábamos en el café y mientras discutíamos si hacer un último entreno de natación en el mar al día siguiente, a Leo le notamos un poco pálido, bromeando le decíamos si era por el miedo, pero la realidad es que le había dado una bajada de tensión. Tras unos minutos, Leo se recupero tomando un poco de aire fresco y volvió a la vida. Tras este incidente marchamos a dormir, no sin antes citarnos para el día siguiente para hacer el entreno en el mar.
Al día siguiente y después de desayunar marchamos a la playa de Santa Pola, mientras las mujeres iban al mercadillo en busca de zapatos, aprovechando que estábamos en tierra de zapateros. Una vez en la playa y con el neopreno puesto se metieron en el agua Leo, Toño y Javi, yo decidí descansar aprovechando mi experiencia en travesías en aguas abiertas. Tras unos primeros momentos de contacto con el agua, los tres comenzaron a nadar paralelos a la orilla, Leo se distancio rápidamente de Toño y de Javi, mientras Gustavo y yo grabábamos el entreno en video, cual fue nuestra sorpresa cuando advertimos un giro de 180º de Toño, que es seguido por Javi, y es este quien le avisa de que va en sentido contrario. La desorientación fue máxima, mientras los dos de la orilla nos partíamos el pecho no dando crédito a lo que veíamos. Al concluir el entreno, los tres coincidieron en que el mar es distinto y la orientación es tan importante como le velocidad o la fuerza. Ellos se quedaron mas tranquilos.
Al medio día volvimos a la casa de campo, donde mi padre nos hizo una paella que nos quito el sentido de buena que estaba para recuperar fuerzas, en la comida desconectamos un poco de la competición, pero tras el café nos dirigimos a la playa de los Arenales del Sol donde al día siguiente se disputaría el triatlón para reconocer el terreno insitu. Ya estaban las boyas puestas y todos coincidimos que parecían estar mas lejos de lo estipulado. Después prodecimos a hacer caminando el circuito de carrera a pie de 5.1Km de distancia. A los 400m del comienzo la primera sorpresa (unas escaleras con 75 peldaños) y un porcentaje considerable, pero eso no fue lo peor, al kilómetro había una cuesta de 60m con un desnivel importante. Nos costaba subir incluso andando, ahí fue donde nos acordamos del organizador del triatlón. Tras esta subida una bajada de unos 400m para recuperar y afrontar un último tramo llano de 3km más o menos. Tras inspeccionar el recorrido decidimos afrontar la carrera al día siguiente con mas respeto y guardando algo de fuerzas. De allí nos marchamos a recoger el dorsal a la Universidad de Elche, donde habíamos quedado con las chicas para la cena de la pasta ofrecida por la organización. Tras recoger el dorsal, (fuimos de los últimos), a la charla sobre la prueba, (la vimos ya empezada), pero no contaban nada nuevo, ya que como dije antes habíamos inspeccionado el terreno horas antes. En el ambiente se respiraba una mezcla de miedo y ganas por empezar de una vez. Una vez junto a las chicas procedimos a cenar, denuevo fuimos los últimos, y acabamos los últimos, quitando a los organizadores, y de allí a casa a descansar lo máximo posible. Nos citamos al día siguiente en la playa de los Arenales sobre las 7:30 horas, ya que los boxes abrían a las 7 horas.
Por fin llego el gran día, a las 7:45 horas llegamos a la playa tras haber desayunado lo habitual de cada día, las ganas de orinar se acentuaban y el dolor de estomago se hacia mas intenso. Tras pasar el control de los jueces y dejar el material en los boxes, nos pusimos el neopreno con muchos kilos de vaselina por todo el cuerpo. Leo, Toño y Javi calentaron en el agua, mientras yo lo hacia fuera. Tras la foto de rigor de todos juntos y tras despedirnos de nuestras familias y amigos deseándonos la mayor de las suertes, nos dirigimos al arco de salida, colocado unos metros detrás de la salida elite.
Comenzaron las chicas a las 9 y sabíamos que 10 minutos después iríamos nosotros, ese tiempo se hizo largísimo, igual de largo que cuando se dio nuestra salida hasta que llegamos a la primera boya. Ese tramo era imposible hacerlo nadando. Cada uno de nosotros se coloco donde pudo y comenzó a nadar. Yo iba a braza, porque avanzaba a la misma velocidad que a crol, pasando por encima de varios competidores que se me cruzaban en el camino. Iba pensando en mis compis que era su primera experiencia en aguas abiertas si quitamos el entreno del día de antes. Me sentía como huyendo de un naufragio intentando salvar mi vida en el agua, las sensaciones eran malísimas. El resto de la expedición me comento a posteriori que pensó en abandonar en ese instante, pero las ganas de terminar pudo mas que los malos pensamientos. Tras una primera vuelta con mucho tráfico en el agua y tras correr unos 10 metros por la arena no dirigimos a afrontar la segunda y última vuelta de natación esta vez ya con menos tráfico donde pudimos coger un ritmo mejor. Leo comento que en una boya se le quedo el brazo enganchado con el hilo del globo de helio de había sobre la misma (por apurar tanto el recorrido y el giro), a Toño era imposible que esto le sucediera porque rodeaba las boyas a unos 10 metros para evitar las aglomeraciones y los golpes del resto de nadadores, lo que pasa es que “al final haría 100m mas que los demás”. Javi nado mejor de lo que el pensaba y termino en 41´, Leo y Toño salieron en 37´y yo termine este sector en 33´. Tras una larga transición de unos 300m entramos a boxes y a buscar las bicis entre las 600 bicis allí colgadas a cada cual mejor (incluida la EXCALIBUR de Toño con dos bombines a falta de uno). Nos quitamos el neopreno, el gorro y las gafas y todo lo metimos dentro de la cesta para evitar así posibles tarjetas de sanción. Salimos en dirección aeropuerto con un ligero viento en contra, lo que nos hacia pensar que luego a la vuelta nos ayudaría. El recorrido ciclista constaba de un primer tramo de 9km hasta una rotonda a partir de la cual daríamos 3 vueltas de 26.5km cada una rodeando el aeropuerto de Alicante. El primer tramo era de subida, 1km mas o menos al 5-6% y el resto bajada y llano hasta la rotonda, a partir de allí un falso llano en la primera parte para convertirse después en ligerísima bajada, o sea, que el circuito era prácticamente llano y se podía rodar muy veloz. De no haber sido por el viento hubiéramos volado, pero era lo suficiente como para molestar el pedaleo redondo. Tras los 95Km de bici y con una tarjeta amarilla a mi por chupar rueda “chupon”, marcamos unos tiempos de: Leo 3h05´, Toño 3h15´, Javi 3h27´y yo 3h03´ a una media de 31km/h. Los mejores fue aquí donde marcaron las diferencias, rodaron a 39km/h marcando un tiempo de 2h20´.
Tras localizar de nuevo nuestra posición en boxes, que para eso nos ayudo nuestra familia colocándose en la valla en el lugar de nuestra bici, a calzarse las zapatillas, alimentarse un poco de forma rápida y a afrontar el último sector de carrera de 21km que el día de antes habíamos inspeccionado y nos resulto tan duro. En los primeros metros las piernas no respondían a lo esperado, pero el ritmo era bueno, al llegar al tramo de escaleras decidí subirlo andando y arriba te daban la pulsera de la 1ª vuelta y solo llevamos 500m, eso moralmente hizo mucho, porque con tres más como esa la prueba habría terminado. Yo sufrí amagos de tirones en los muslos y a pesar de querer incrementar el ritmo las piernas no me lo permitían y acabe en un tiempo parcial de 1h41´, solo me hidrate, no comí nada. Leo que fue el segundo de los nuestros en afrontar la carrera sufrió una tarjeta amarilla por ir escuchando música por su MP4 y le retuvieron durante 2´, al final termino la carrera en 1h50´, Toño hizo una carrera con mucha cabeza, reservando en todo momento y termino en un tiempo similar a Leo 1h52´. Javi sufrió mas que ninguno en la carrera, pero supo coger un ritmo muy suave para no tener que parase en ningún momento, tiro de experiencia de maratoniano que es y llego al final en 2h19´.
Al finalizar el triatlón los cuatro destacamos la gran dureza del recorrido a pie y que el viento había aumentado con forme pasaban las horas del día, siendo mas molesto cada vez. El viento cambio y en el sector ciclista cuando pesábamos que nos ayudaría en el ultimo tramo de llegada a boxes, no fue así, estaba en contra tanto para ir como para volver, son las cosas que tiene el viento de costa.
Tras reponer fuerzas y darnos un pequeño masaje, marchamos a casa para ducharnos y hacer unas brasas para asar unas longanizas, chorizos y carne, todo ello acompañado de unas frescas cervezas, esto seria mas o menos a las 20 horas.
Al año próximo pensamos repetir experiencia y queremos que nos acompañen mas integrantes del club, os aseguramos que lo hemos pasado genial, es una forma divertida de hacer deporte-turismo.
El TRIATLON LA MUELA va creciendo poco a poco con la ayuda de todos.
259 440 VARGAS CERDAN, PASCUAL TRIATLON LA MUELA 5H24´39”
346 504 NAVARRO LA TORRE, LEO TRIATLON LA MUELA 5H39´39”
401 265 SAN GIL BALLARIN, J. ANTONIO TRIATLON LA MUELA 5H50´45”
505 189 GONZALEZ SILOS, JAVIER TRIATLON LA MUELA 6H34´38”
